Amor abundante,
infinito y palpitante.
¡Hoy vuelves!
Amor amado,
No es que no te amara,
es que creía que,
compartirte era riesgoso,
que podría perderte.
Que yo podría haberte acabado y ensuciado.
Que yo podría haberte extrañado.
—
No podía tenerte,
debía evitar nombrarte.
Debía cuestionarte, ocultarte, enjuiciarte,
enmarcarte,
y hasta explicarte.
Sí, te he utilizado,
como premio escaso,
para entender,
para no vivirte.
¡Es que eso debió ser!,
que no me atrevía a vivirte.
—-
Amor mío, la verdad es que,
de tanto extrañarte,
te he llorado demasiados años en silencio.
Yo sé que te he limitado y rechazado,
por miedo a no tenerte,
a vivirte,
a recuperarte sabiendo que te voy a perder.
Me has hecho tanta falta…
Sobreviví porque no te habías ido, porque eres amor.
Gracias por mantenerte en silencio, por respetar mi elección,
por ser amor.
—
Amor amado,
ahora te vivo en libertad,
en todo momento, ¡porque estoy enamorada de ti!
Porque vives sin límites ni tradiciones,
sin estructuras ni condiciones,
sin juicio ni palabras.
Vives como vienes;
abundante, infinito, ilimitado,
amoroso, apasionado,
compasivo, comprensivo,
delicado y avasallador,
danzante y cambiante,
serpenteante
y en evolución constante.
—
Amor amado,
de niña eras todo en mÍ.
De joven he aprendido lo que es vivir sin ti,
Hoy celebro tu regreso en mÍ.
Hoy te amo, así como eres tú,
amor.
Desde una hamaca, con los árboles y el viento.
8 julio 2019 · Finca Fruition, Costa Rica
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