“Tranquila Quintrala”, me susurró y yo desperté.
Un sueño donde Quintrala y Tranquila me parecían dos palabras tan distintas como distantes, pero que al oído la conexión era absoluta, clara y exacta.
Son las mismas letras, las mismas raíces. Sólo es cosa de reorganizar, ver y vivir de una nueva forma.
Experimentar lo nuevo que se descubre, lo nuevo que trae tranquilidad a la Quintrala.
Quintrala no estaba tranquila, por el contrario, estaba en absoluta defensa. Sin saberlo, sin quererlo, hiriéndose, atacando.
Raíces de miedo y desamor que sostuvieron su historia.
Quintrala aprendió a defenderse, sin realmente querer.
Así que para desaprender, le tocó darse cuenta de la historia que estaba escribiendo, la que forzosa y tan incómodamente seguía escribiendo.
Visitó sus raíces y vio lo que jamás había visto: exceso de lágrimas fueron pudriendo lo que por vidas la sostuvo.
Le tocó arrancar todas las raíces que fueron necesarias… con amor y gratitud, en un acto de cálida despedida.
Acarició la tierra con sus manos, en agradecimiento por lo vivido y con plena confianza en la nueva siembra.
Hoy, ya tranquila y en absoluta libertad, Quintrala honra su nombre en un anhelo de paz y amor incondicional para consigo como con su entorno.
…
“Tranquila Quintrala”, me susurró y yo desperté. Feb 27th, 2021.
Y hace una semana que arranqué las raíces podridas de mi querida planta. Apr 8th, 2021.
Nataly